\ Es la primera vez que se separa el ocio de la Ley de la juventud para otorgarle la importancia que tiene como herramienta educativa
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\ El texto también delimita cuáles son las instalaciones de ocio para diferenciarlas de las instalaciones turísticas
El Parlamento de las Islas Baleares ha aprobado la primera Ley de ocio educativo para niños y jóvenes de las Islas Baleares, un texto legislativo que por primera vez se desata de la Ley de la juventud de las Islas Baleares para otorgarle la importancia que tiene como herramienta educativa en la educación no formal. Además, mantenerlas juntas era incompatible con considerar la juventud como una etapa única y plena, con necesidades y demandas diferenciadas.
«El ocio educativo se merece esta ley propia», ha afirmado la consejera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago, durante su intervención en sede parlamentaria. “En nuestro territorio las entidades del ocio han creado espacios de aprendizaje basados en la educación en valores y principios como el de la solidaridad, el respeto, la diversidad o la igualdad, entre otros. También han convertido el tiempo libre en un tiempo educativo y han promovido pedagogías de exploración en el entorno, de ayuda a los demás, de trabajo en equipo y del juego como herramienta educativa. Esto es el ocio educativo y esto es lo que quiere recoger esta propuesta de ley. El ocio educativo es fundamental en el mundo educativo desde lo no formal».
«Las cifras demuestran la importancia de esta actividad y el gran uso que se hace por parte de la ciudadanía», ha dicho Santiago, tras exponer que en las Islas Baleares hay más de 16.000 personas que tienen el título de monitor o monitora del ocio y más de 2.000 que tienen el de director o directora. También existen unas 60 escuelas de formación. Cada año pasan más de 47.000 niños y adolescentes por los equipamientos de ocio (sean albergues, campamentos, casas de colonias, refugios, centros infantiles, granjas escuela u otros espacios). Unos 5.000 niños cada semana en nuestras Islas Baleares son usuarios del ocio educativo.
La consellera Santiago también ha destacado que el ocio educativo “es una actividad absolutamente arraigada en nuestra comunidad autónoma, las familias la conocen y año tras año le confían el ocio de sus hijos. Es importante también para nuestro modelo económico y productivo, que cada vez más requiere espacios de conciliación de calidad, y el ocio educativo responde a esto».
La sesión del Parlamento ha contado con la presencia de representantes del ocio educativo, a quien Santiago ha agradecido sus valiosas aportaciones a la ley, «basadas en la experiencia y en la voluntad de contribuir a que esta ley se convierta en un impulso al ocio educativo, y sobre todo por creer constantemente en el ocio como un instrumento de transformación social».
El objetivo prioritario de esta nueva ley es garantizar el derecho al ocio de la infancia y la adolescencia y asegurar además un acceso en condiciones de equidad, con independencia de sus circunstancias personales o familiares.
En materia de equidad, el Gobierno, los consejos insulares y los ayuntamientos, en el ámbito de sus competencias, tendrán que establecer programas, ayudas y precios públicos bonificados para facilitar la participación de niños y jóvenes en las actividades y los servicios de ocio educativo.
En cuanto a la accesibilidad, a partir de ahora todas las entidades tendrán que facilitar el acceso a personas con diversidad funcional y cognitiva. Además, se indican cuáles son los requisitos mínimos que deben tener tanto los servicios como las actividades para garantizar su calidad y seguridad.
Instalaciones de ocio
La nueva Ley delimita qué son y qué no son instalaciones de ocio educativo infantiles y juveniles para diferenciarlas de las instalaciones turísticas y de otros tipos.
En la nueva Ley se especifica que las instalaciones infantiles y juveniles son únicamente aquellas destinadas a la pernoctación o a la realización de actividades de ocio educativo o de ocio de niños y jóvenes, con el fin de facilitar la convivencia, alojamiento, la formación o la utilización adecuada del ocio. Se especifica que quedan excluidas aquellas que no están dedicadas en exclusiva a la infancia y la juventud.
También como novedad, se establecen prohibiciones en materia de consumo de tabaco o bebidas alcohólicas en estas instalaciones por sus efectos nocivos en niños y jóvenes.