Casal Petit posibilita la integración de 380 mujeres que se dedican a la prostitución en Palma

Ene 18, 2022 | Actualidad, Destacado, Revista Lloseta, TDB, Tradición

«Desde hace 5 años tengo papeles y un buen trabajo gracias a ellos», ex prostituta atendida por la entidad que recibe el apoyo de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes

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Casal Petit pertenece a una entidad internacional que trabaja a favor de la atención integral de la prostitución, las Hermanas Oblatas, y se implanta en las Illes Balears a mediados de los años ochenta. Con sede en Palma desde el 2001, Casal Petit «es un centro de atención con varios proyectos que intentan cubrir las necesidades y acompañar a las mujeres que están en situación de prostitución. Inicialmente trabajamos con prostitución de calle, pero debido a que la prostitución es un fenómeno mutable, que va cambiando constantemente, nos hemos adaptado a los cambios y ahora intervenimos en pisos, clubes, prostitución deslocalizada, ya sea internet, web…», explica Jaume Perelló, su coordinador y educador social. «Mayoritariamente Casal Petit está atendiendo a mujeres extranjeras indocumentadas y ciertamente es un problema a la hora de encontrar trabajo». Actualmente, la entidad da atención integral a unas 380 mujeres que dependen de la prostitución en Palma.

«Me han dado mucho. Cuando llego a Mallorca, no tengo dinero ni papeles, tengo miedo de la policía para que no me manden a mi país». Es el testimonio de una de las ex prostitutas que reciben atención por parte de Casal Petit. «Hace cinco años que tengo papeles, ahora tengo un buen trabajo, gracias a ellos». En 2005, cuando llegó a Mallorca, recibió la ayuda de la entidad a la hora de obtener los papeles de residencia, además de apoyo en la adquisición de competencias para poder hablar, escribir o leer. «Incluso me enseñaron matemáticas para saber devolver cambio».

La mejora de las condiciones de vida que facilita Casal Petit es gracias a una red formada por unas treinta personas voluntarias dedicadas a la competencia lingüística o a la psicología. «Están interesadas en incrementar sus conocimientos, aprender y mejorar sus condiciones en general, y también se convierte en un punto de encuentro para compartir», dice Camino González, una de las voluntarias que les enseña inglés.

«Casal Petit me ha creado, tenemos que dar amor, amistad, tenemos que saber hablar, se tienen que tener derechos, porque las mujeres tenemos derechos», concluye la ex prostituta.

El proyecto recibe el apoyo de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes, a través de la casilla solidaria del 0’7% del IRPF Social.