España ha dado un paso decisivo en el cumplimiento de sus compromisos con la OTAN, no solo con la participación de efectivos en las misiones de la Alianza, sino también alcanzando la meta del 2% del PIB destinado a Defensa.

Para ello, el Gobierno ha puesto en marcha el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que en 2025 contará con una inversión inicial de 10.471 millones de euros.

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España reafirma su compromiso con la OTAN

Este plan permitirá mejorar las capacidades de las Fuerzas Armadas, fortalecer el desarrollo tecnológico de uso dual y generar empleo altamente cualificado, reforzando así el papel de la industria de defensa nacional.

Los programas incluidos abarcan áreas estratégicas identificadas como prioritarias por la OTAN, entre ellas: inteligencia artificial y Big Data, robótica, tecnologías cuánticas, comunicación, espacio, biotecnología, nuevos procesos de fabricación, energía y propulsión.

Estas son tecnologías de alto impacto y carácter transversal, fundamentales para la seguridad colectiva en un escenario internacional marcado por la creciente complejidad geopolítica.