El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática destinará fondos para realizar los análisis genéticos de los restos humanos exhumados en el cementerio parroquial de Colmenar Viejo (Madrid), donde se localizaron los cuerpos de 108 personas fusiladas en 1939 por un tribunal militar.
Los restos pertenecen a vecinos de San Sebastián de los Reyes, Fuencarral, Hortaleza, Moralzarzal, Chozas de la Sierra (Soto del Real), Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra y El Molar, ejecutados tras el final de la Guerra Civil.
Un proyecto de reparación y memoria
El proceso de identificación, que ya está en marcha, tendrá una duración estimada de 13 meses y un presupuesto de 114.899 euros. Su objetivo es confirmar la identidad individual de las víctimas mediante análisis genéticos y completar la información obtenida en los estudios históricos, arqueológicos y antropológicos, con el fin de elaborar un informe forense final que se entregará a las familias junto con los restos.
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El Estado financiará la identificación genética de 108 víctimas de la Guerra Civil exhumadas en Colmenar Viejo
Esta intervención se financia mediante una subvención de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática al Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, en el marco de un proyecto promovido por la Asociación Comisión de la Verdad de San Sebastián de los Reyes y la Agrupación de Municipios de la Zona Norte de Madrid, que agrupa a siete localidades con fusilados en Colmenar Viejo.
La primera exhumación de este tipo en la Comunidad de Madrid
Las labores de exhumación, desarrolladas entre 2022 y 2023 en tres fases, permitieron recuperar 108 restos humanos, de los cuales 77 fueron exhumados completamente. Esta fue la primera intervención de este tipo en la Comunidad de Madrid, marcando un hito en las políticas de memoria histórica.
Las víctimas, en su mayoría labradores y trabajadores, pertenecían a distintas formaciones políticas y sindicales, principalmente PSOE, PCE, UGT y CNT.
“Este proceso permitirá a las familias recuperar los restos de sus seres queridos y honrar su memoria después de más de ocho décadas de silencio”, señalaron desde el Ministerio.
En 2024 se inauguró una exposición que mostró objetos personales encontrados en las fosas, como botones, cinturones, monedas, suelas de zapato e incluso un frasco de insulina, elementos que ayudan a reconstruir la historia y la dignidad de las víctimas.