El presidente Llorenç Galmés, junto al conseller de Bienestar Social y presidente del IMAS, Guillermo Sánchez, y el director insular de Inclusión Social, Andreu Jaume, compartieron una cena de Navidad con usuarios y trabajadores de la Casa de Familia, un centro perteneciente a la Red de Inclusión Social del IMAS y gestionado por la Fundació Social La Sapiència. El encuentro permitió conocer de cerca la labor diaria que se realiza con personas en situación de vulnerabilidad.
Galmés destacó que momentos como este “ayudan a comprender mejor las realidades más difíciles y el impacto que tienen los servicios sociales en la vida de quienes más apoyo necesitan”, reiterando la voluntad institucional de acompañar a las personas atendidas.
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La Casa de Familia dispone de 170 plazas concertadas y ofrece alojamiento, alimentación, higiene, atención sanitaria y apoyo psicosocial a personas en exclusión, ya sea con necesidades sociosanitarias o con capacidad de incorporarse al mercado laboral. Un equipo de 80 profesionales sostiene la actividad del centro, que Galmés definió como “un ejemplo del modelo de intervención basado en la cercanía, el respeto a la dignidad y la autonomía de cada persona”.
Actualmente existen 564 plazas de alojamiento para personas sin hogar en los diferentes servicios de la institución, frente a las 426 registradas en 2019, lo que evidencia la ampliación de recursos destinados a combatir la exclusión residencial.
En esta línea, el IMAS presentó recientemente un recurso pionero para jóvenes de 18 a 25 años, destinado a proporcionar vivienda y acompañamiento profesional para favorecer procesos reales de inclusión social y laboral. También ha activado el Plan de Contingencia de Inclusión Social Invierno 2025-2026, que refuerza la atención a personas sin hogar durante los meses fríos, con más plazas de emergencia, recursos preparados para episodios climáticos adversos y el funcionamiento continuado del protocolo de bajas temperaturas de la Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES).
Los presupuestos de 2026 consolidan esta apuesta: seis de cada diez euros estarán dedicados a políticas sociales, con la mayor inversión en inclusión y bienestar registrada hasta ahora.