La importancia de la vacunación para reducir los riesgos de la gripe y el COVID-19
En un año cualquiera, entre el 5 y el 15% de la población se ve afectada por la gripe, lo que provoca entre 3 y 5 millones de casos de gripe grave y alrededor de 650.000 muertes en todo el mundo.
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Con el COVID-19 también en alta transmisión en nuestra región, existe el riesgo de que esta llamada doble epidemia pueda poner una presión excesiva en los sistemas de salud ya sobrecargados.
Esto es lo que sabemos hasta ahora.
Tipo de virus más común este invierno
Hasta ahora hemos visto circular principalmente virus de la gripe A(H3N2) en la Región. En la mayoría de los casos causan una enfermedad leve, pero se sabe que en los adultos mayores a veces provocan una enfermedad grave y la muerte. Hasta la fecha se han detectado menos virus de la gripe A(H1N1)pdm09 o de la gripe B, aunque la distribución de los virus suele cambiar a lo largo del invierno, por lo que es posible que esta situación cambie.
Eficacia de las vacunas contra la gripe
Es demasiado pronto en la temporada para poder emitir un juicio sobre la eficacia de las vacunas antigripales actuales en la protección contra la enfermedad grave, simplemente no tenemos datos suficientes todavía. Es posible que la vacuna A(H3) no sea tan eficaz como quisiéramos contra los virus A(H3) prevalentes, por lo que los antivirales también deben desempeñar un papel importante en la protección de nuestras poblaciones vulnerables.
¿Qué deben hacer los países al respecto?
(a) Vigilar la situación
Vigilar cómo se propaga el virus de la gripe en la Región y qué cepas del virus son las dominantes es crucial para ayudar a los países a prepararse para el pico de la temporada. Los países deben llevar a cabo una vigilancia virológica y clínica de la gripe para caracterizar los tipos de virus circulantes, determinar el momento de la temporada de gripe y calibrar la posible gravedad de la enfermedad, todo lo cual puede variar de una temporada a otra. La comunicación de estos datos a la OMS nos ayuda a desarrollar una imagen regional y global de cómo se está comportando el virus.
(b) Vacunar a las personas con mayor riesgo
Los países deben seguir fomentando la vacunación. Las personas con mayor riesgo de padecer una enfermedad grave por la infección son las personas mayores, las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas inmunodeprimidas y las personas con enfermedades crónicas subyacentes. Estos grupos representan una proporción significativa de la población en la Región Europea de la OMS. Por lo tanto, la OMS/Europa recomienda que se vacunen todas las personas con riesgo de padecer una enfermedad grave por la infección de la gripe, así como el personal sanitario.
(c) Utilizar antivirales en individuos infectados de riesgo
Los médicos deberían considerar la posibilidad de aplicar tratamientos antivirales tempranos, de acuerdo con las orientaciones locales, a las personas infectadas por la gripe que corran el riesgo de padecer una enfermedad grave, a fin de prevenir resultados graves y reducir la carga de los sistemas de atención sanitaria ya sometidos a presión a causa de la COVID-19.
¿Qué deben hacer las personas?
Vacunarse lo antes posible y cuando les llamen las autoridades sanitarias locales, especialmente si pertenecen a un grupo de riesgo o trabajan en un entorno sanitario.
También recomendamos adoptar las medidas de protección que se sabe que funcionan contra el COVID-19, como el distanciamiento físico y el uso de mascarillas, para ayudar a prevenir la infección de la gripe en las personas mayores y en las que tienen condiciones médicas subyacentes graves.
¿Qué está haciendo la OMS/Europa?
Cada semana durante la temporada de gripe (de principios de octubre a mediados de mayo) la OMS/Europa, en colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, recoge y analiza los datos de vigilancia de la gripe de los Estados miembros y publica un boletín semanal Flu News Europe.
El boletín proporciona a los funcionarios de salud pública y a los responsables de la toma de decisiones de los Estados miembros la información necesaria para evaluar la actividad de la gripe en la Región y les ayuda a tomar decisiones sobre las medidas adecuadas para preparar sus sistemas de salud y proteger a las poblaciones con mayor probabilidad de verse afectadas.
El seguimiento de la circulación del virus de la gripe en la Región también sirve de base para las recomendaciones de la OMS/Europa sobre la composición de las vacunas, aumentando así en la medida de lo posible su eficacia contra los tipos de virus que se prevé que estén en amplia circulación.