El Ingreso Mínimo Vital (IMV) continúa ampliando su alcance y consolida su papel como herramienta clave en la lucha contra la pobreza. Según los últimos datos de la Seguridad Social, en agosto de 2025 la prestación llegó a 764.905 hogares, donde viven 2.335.553 personas.
La cuantía media abonada por familia asciende a 516,78 euros mensuales, lo que supone una nómina total de 426 millones de euros en agosto.
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Más de 2,3 millones de personas reciben el Ingreso Mínimo Vital en agosto
Un crecimiento constante
En comparación con agosto de 2024, el número de prestaciones activas ha aumentado en 115.462, un incremento del 17,8%. En términos de beneficiarios, se han sumado 377.853 personas más, lo que representa un 19,3% de crecimiento interanual.
El perfil de los receptores muestra un claro componente femenino: 67,8% de las personas titulares (518.548) son mujeres, al igual que el 53,5% de los beneficiarios, en total 1.248.614 mujeres.
El foco en la infancia
La protección a los menores sigue siendo uno de los pilares del IMV. En agosto, 959.891 niños, niñas y adolescentes recibieron cobertura, lo que equivale al 41,1% de los beneficiarios. Más de dos tercios de los hogares que perciben la ayuda (68,7%) conviven con menores, y entre ellos destacan los 130.945 hogares monoparentales.
“El IMV es ya una herramienta consolidada para garantizar estabilidad a las familias, especialmente a la infancia”, destacó la ministra Elma Saiz.
El complemento de ayuda para la infancia (CAPI) ha alcanzado este mes a 535.235 hogares, con una cuantía media de 67,85 euros por menor y 125,12 euros por hogar con hijos.
Balance desde su puesta en marcha
Desde su creación hace cinco años, el IMV ha beneficiado a 3.221.358 personas, de las cuales 1,4 millones son menores, lo que representa el 43,3% del total. La inversión acumulada asciende a 16.630,7 millones de euros.
Nueva revisión anticipada de ingresos
Una de las novedades de este año es el sistema de doble revisión de ingresos, que permite ajustar las cuantías desde el mes de mayo gracias al cruce de datos con la Agencia Tributaria. Esto adelanta la actualización de las prestaciones y reduce devoluciones en los casos en los que las familias logran autonomía económica.
“Queremos que las familias tengan certeza cuanto antes de su situación y que el IMV se ajuste a sus necesidades reales”, explicó la ministra Saiz.
Con este mecanismo, las familias beneficiarias conocen meses antes si la ayuda aumenta, se mantiene o se extingue.